Los hermanos Sosa pensaron durante muchos años que su mamá estaba muerta, pero en los últimos días aparecieron varios indicios que dieron a entender que en realidad no murió ni en el terremoto de 1985 ni cuando Laureano mandó un sicario para asesinarla.
Pero a pesar de esto, ninguno de los tres imagina que su mamá está tan cerca, especialmente de Enzo. El encuentro en el cementerio parecía que iba a acortar distancias para que, dentro de poco tiempo, pudieran estar al tanto de esta relación.
Sin embargo, Augusto –marido de Elisa- no quiere que se acerque a ese muchacho porque puede trabajar para Laureano. Ella lo descarta, pero después va a ver dos hechos que le cambiaran su forma de pensar: primero Enzo atendiendo un llamado de Laureano y después entrando a la casa de los Gómez Acuña junto al dueño de casa.
¿Cómo crees que seguirá esta historia? ¿Cuál será el punto de inflexión para que sepan la verdad?
martes, 22 de diciembre de 2009
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